Cuando decidimos embarcarnos en esta aventura, sabíamos que no solo se trataba de viajar, sino de encontrar una manera de vivir con libertad, siempre en movimiento. Nuestra combi Volkswagen, a la que cariñosamente llamamos “La Chuletona”, no es solo un medio de transporte: es nuestro hogar, nuestro refugio en el camino y el símbolo de nuestro estilo de vida vanlife. Cada kilómetro recorrido nos ha enseñado algo nuevo, y cada lugar que hemos visitado ha dejado una huella en nuestra historia.
¿Cómo Comenzó Nuestra Aventura?
Todo comenzó cuando nos dimos cuenta de que queríamos viajar sin límites. Después de conocernos y darnos cuenta de que compartíamos el mismo espíritu aventurero, decidimos buscar una forma de recorrer el mundo juntos. Francisco, con su naturaleza viajera, ya había soñado con emprender aventuras por distintos países, pero fue cuando pensamos en la posibilidad de hacerlo en una combi Volkswagen que todo tomó forma.
Compramos a “La Chuletona” en Mérida, Yucatán, y aunque estaba en buen estado, decidimos reconstruirla desde cero, dándole nuestro toque personal. El proceso de restauración de nuestra Combi Volkswagen fue todo un reto. Sin ser expertos, nos sumergimos en la comunidad vanlifers, viendo videos y buscando ideas para adaptar cada rincón a nuestras necesidades.
Primero, la llevamos a un hojalatero para asegurarnos de que la estructura estuviera perfecta, y luego comenzamos a trabajar en el interior.
Construimos cada mueble de madera: un sofá cama que se convierte en nuestra cama por las noches, una mesada con espacios para almacenar despensa y trastes, y un mueble para la estufa y el tanque de gas. También hicimos un armario y un pequeño mueble frontal para guardar herramientas. Para hacerla más acogedora y funcional, revestimos el techo y los laterales con madera, añadiendo aislamiento térmico con capas de fibra y materiales que protegen del calor y el frio.
No éramos expertos, pero con cada paso aprendimos más y más sobre lo que significa realmente vivir sobre ruedas.
Nuestra combi camperizada ahora es nuestro refugio sobre ruedas, perfecta para vivir la experiencia del vanlife mientras recorremos México y más allá. Cada viaje en La Chuletona es una nueva aventura, y este proyecto no solo nos ha permitido viajar, sino también aprender y crear un espacio que es 100% nuestro.
Conociendo a la Comunidad Volkswagen
Uno de los regalos más inesperados de esta aventura ha sido la comunidad Volkswagen. A lo largo de nuestro viaje, nos hemos encontrado con personas que comparten el mismo amor por estas icónicas combis. Desde el norte de México hasta el sur, la comunidad siempre ha sido un apoyo increíble, recomendándonos lugares seguros para acampar, mecánicos de confianza y hasta invitándonos a encuentros y eventos locales.
Pedro, nuestro mecánico en Mérida, fue uno de los primeros en mostrarnos esta generosidad. Nos ayudó a reconstruir el motor desde cero, y Francisco, sin experiencia previa, se metió de lleno para aprender cómo funcionaba cada pieza de nuestra combi. Ese conocimiento ha sido clave para poder solucionar problemas en el camino y seguir adelante, sin importar los desafíos.
¿Qué hacemos cuando la combi falla?
Una de las preguntas más comunes que nos hacen es: ¿Cómo le hacen para cuando la combi falla?
A pesar de que “La Chuletona” ha estado en buena forma, los problemas mecánicos son parte de la vida en la carretera. Al inicio, Francisco no sabía nada de mecánica. Pero cuando llevamos la combi por primera vez a nuestro mecánico de confianza, Pedro, en Mérida, Yucatán, todo cambió. Pedro, con mucha paciencia, nos hizo el motor desde cero, y Francisco aprovechó para aprender de él. Con su guía, Francisco aprendió a bajar el motor, a desarmarlo pieza por pieza y entender cómo funciona todo. Pedro no solo hizo un gran trabajo, sino que también fue un maestro invaluable.
En cada avería, hemos tenido que improvisar y adaptarnos. A veces, hemos encontrado talleres locales donde expertos nos han ayudado, y en otras ocasiones, hemos hecho reparaciones improvisadas, guiándonos por tutoriales en línea y consejos de otros viajeros. Aprender a diagnosticar y solucionar problemas se ha convertido en una parte esencial de nuestra aventura.
Los Paisajes que Nos Han Marcado
Viajar en combi nos ha permitido ver el mundo desde una perspectiva diferente. Cada destino nos sorprende con su belleza y su magia. Desde las dunas del desierto en Baja California hasta las playas de Oaxaca, y los verdes valles en la Sierra Madre, cada paisaje ha dejado una marca profunda en nuestra memoria.
Pero no son solo los lugares los que nos han marcado, sino la manera en que llegamos a ellos. Viajar lento, detenernos en rincones escondidos y acampar en medio de la naturaleza nos ha enseñado a apreciar la simpleza y la libertad de este estilo de vida. Dormir bajo las estrellas, escuchar los sonidos de la naturaleza y despertar rodeados de montañas o el sonido del mar es algo que jamás imaginamos vivir con tanta intensidad.
Consejos y Reflexión Personal
Si algo hemos aprendido en esta aventura es que la vida en la carretera no siempre es fácil, pero siempre vale la pena. Vivir en una combi te obliga a simplificar tu vida, a desprenderte de lo innecesario y a enfocarte en lo esencial. Aprendimos que no se necesita mucho para ser feliz, solo un techo (aunque sea móvil), buena compañía y el deseo de explorar lo desconocido.
Para aquellos que sueñan con vivir la experiencia del vanlife, les decimos: ¡háganlo! No se necesita ser un experto en mecánica o en carpintería. Lo más importante es el deseo de aprender, de adaptarse y de disfrutar cada momento del viaje, sin importar los contratiempos. Cada pequeño desafío que enfrentes será una oportunidad para crecer y aprender más sobre ti mismo y sobre el mundo.
Nuestra combi Volkswagen es mucho más que un vehículo; es el hilo conductor de nuestra historia, nuestra compañera fiel en esta aventura por el mundo. Cada vez que cerramos las puertas de “La Chuletona” y nos ponemos en marcha, sentimos esa libertad que tanto buscábamos cuando decidimos embarcarnos en este estilo de vida. Los kilómetros siguen sumándose, y con ellos, nuestras experiencias y recuerdos.
Si alguna vez te encuentras en la ruta y ves una combi Volkswagen colorida en el horizonte, ¡probablemente seamos nosotros!